La Tanatología, es la disciplina o rama de la psicología que
se encarga de ayudar a las personas a superar una perdida.
El duelo es un proceso emocional
pérdida de algo muy querido.
(Existe
tristeza y ansiedad)
No se
acepta la pérdida del ser querido,
lo cual causa tristeza.
La ansiedad se da por miedo al futuro,
porque no se sabe que hacer sin la persona.
« ¿Por qué a mí? ¡No es justo!»,
¿Cómo me puede estar pasando esto a mí?
La negación es sustituida por la rabia, la
envidia
y el resentimiento. Aquí surgen todos los ¿por qué?
La ira se muestra como una emoción falsa porque
no hay razón para sentirla, lo
correcto es sentir tristeza.
¡Dios mío ayúdame a superar
la muerte de mi hijo!
¡Dame fuerzas para seguir viviendo!
Llegamos a un compromiso con nosotros mismos
y con el mundo, comenzamos a tener de nuevo
relaciones razonables. Evitamos que el enojo
se apodere de nosotros.
¡Me siento muy triste no se qué hacer!
¡La vida ya no tiene sentido si tú no estás aquí!
Es cuando no se puede seguir negando la persona se debilita,
adelgaza, aparecen otros síntomas y se verá invadida por una profunda tristeza.
Es un estado, en general, temporario y preparatorio para la aceptación de la
realidad.
Lo que no se
puede aceptar es que la persona se quede en esta etapa.
Quien ha pasado por
las etapas anteriores puede adaptarse poco a poco a su nueva situación, ya que
después de la tempestad viene la calma, esto no quiere decir que es una etapa
de felicidad pero si de tranquilidad.
“Señor,
dame la serenidad para aceptar
las cosas
que no puedo cambiar, dame valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para
poder diferenciarlas.”
(Reinhold
Niebuhr)
No perdiste a
nadie, el que murió,
simplemente se nos adelantó,
porque para allá vamos todos.
Además lo mejor de él, el amor,
Sigue en tu corazón.
(Facundo Cabral)
"La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos
los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. (François Mauria)
En ninguna otra situación
como en el duelo, el dolor producido es TOTAL: es un dolor biológico (duele el
cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y su
forma de ser), familiar (nos duele el dolor de otros) y espiritual (duele el
alma). En la pérdida de un ser querido duele el pasado, el presente y
especialmente el futuro. Toda la vida, en su conjunto, duele.
(J. MONTOYA)
(J. MONTOYA)
“Aquellos que tienen la fuerza y el
amor para sentarse junto a un paciente moribundo, en el silencio que va mas
allá de las palabras, sabrán que ese momento no asusta, ni es doloroso…..
Ser testigo de una muerte pacifica
es como observar una estrella fugaz”
(Kubler Ross)
Duelo
normal:
*inicia
inmediatamente después de la pérdida del ser querido.
*Los
signos y síntomas del duelo normal son: tristeza, recuerdo, llanto,
irritabilidad, dificultad para dormir, dificultad para concentrarse y llevar a
cabo las labores cotidianas.
*El duelo tiene una duración variable que,
normalmente no es superior a seis meses.
Duelo
patológico
Es
aquel que se presenta cuando no se puede superar fácilmente después de un año.
Se puede identificar cuando las personas
presentan los siguientes signos y síntomas
*Pensamientos
constantes a cerca de la persona fallecida después de un largo tiempo de la
pérdida.
*Aislarse de los
familiares y de los amigos
*Amenazas de abandono o suicidio
*Sufrimiento de la pérdida
*Desgaste emocional
*Desinterés por
trabajar
*ANTE LA MUERTE
DE UN SER QUERIDO*
Apoyar
a la persona moralmente, abriéndole las puertas a la comunicación
Por
ejemplo podemos preguntarle
¿Cómo
está hoy?
¿Cómo
te está yendo? “he estado pensando en
ti”
Ø Escuchar a la persona con mucha
atención
Tener
contacto físico adecuado: darle un abrazo a la persona cuando se requiera o
cuando falte palabras.
El papel del Tanatólogo es apoyar al paciente
y a sus familiares para que tenga una muerte digna con aceptación y paz,
concibiendo a la muerte como una transición espiritual y no como un fin. Para
ello se trabaja en coordinación con otras especialidades, como la Geriatría, la
Psicología y la medicina del dolor.